El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado el estado de guerra en Israel, en respuesta a un ataque sin precedentes lanzado por Hamás y otras milicias palestinas desde Gaza el 7 de octubre.  El atentado masivo ha vuelto a ensangrentar la región, demostrando la fragilidad de la paz. Hamás y Hezbolá han vuelto a unir sus fuerzas para golpear al Estado de Israel. El geopolítico Jean-Baptiste Noé teme una conflagración en Oriente Próximo

El grupo terrorista Hammas ha disparado entre 2.500 y 5.000 misiles hacia el sur y el centro de Israel, incluyendo Jerusalén y Tel Aviv. El ataque ocurrió este último sábado, el día de descanso de los judíos, conocido como Sabbath, y generó una gran controversia por ser considerado un día sagrado para los judíos de descanso y actividades religiosas.

También se ha informado de incursiones de milicianos armados en suelo israelí, con secuestros de civiles y militares, así como ataques a ciudadanos. Los servicios de emergencia reportan al menos un centenar de israelíes muertos y casi mil heridos.

Saleh al Arouri, un miembro de Hamás de mucha influencia, instó a los palestinos en Cisjordania a unirse a lo que él llamó una “importante campaña” destinada a proteger la Mezquita de Al Aqsa en Jerusalén y lograr la liberación de los prisioneros palestinos.

“Estamos en guerra en Israel, no en una operación ni en rondas, sino en guerra. Esta mañana, Hamás lanzó un ataque sorpresa mortal contra el Estado de Israel y sus ciudadanos.” fueron las primeras palabras del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu a la nación. Israel ha respondido con bombardeos en Gaza, resultando en 198 palestinos muertos y 1.600 heridos hasta el momento.

Fuente: agenciaajn