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jueves, 25 de abril de 2024 00:31h.

INTERNACIONAL

China activa una tecnología para medir el "valor social" de cada ciudadano

El sistema de crédito social chino es un complejo sistema de seguimiento de personas para saber qué hacen y qué les gusta. Hace algunas décadas todo esto sonaría a ficción sin embargo, desde 2019 esa compleja red de seguimiento de movimientos parece haberse tendido de forma lenta y paulatina. Este sistema de seguimiento fue ideado por el gobierno chino para seguir cada movimiento de sus ciudadanos, y recompensarles si siguen las conductas que la administración considera adecuadas y sancionarles si no lo hacen. 
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El sistema de créditos sociales chino, que ya se encuentra en funcionamiento, otorga una puntuación a cada uno de sus ciudadanos en función de sus hábitos cívicos, su estilo de vida, las páginas web por las que navega, de lo que compra en internet y de otras variables como sus infracciones de tráfico.

"Queridos pasajeros, aquellos que viajen sin billete, que se comporten desordenadamente o que fumen en lugares públicos serán castigados de acuerdo a las reglas y su comportamiento quedará registrado en el sistema de créditos e información individual. Para evitar cualquier registro negativo en su crédito personal siga las normas y cumpla las órdenes en el tren y la estación".

Esta cita no corresponde a la novela de George Orwell, o a un extracto del primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror en el que aspectos clave de la vida de las personas como el empleo de transportes públicos o la posibilidad de alojarse en un determinado hotel se encuentra condicionada por su puntuación en una red social global. El fragmento es una grabación real de un tren en Shanghai que muestra la punta del iceberg del sistema de crédito social puesto en marcha por el Partido Comunista chino. Real pero, al mismo tiempo, mucho más aterrador, preciso y perfecto que la distopía narrada en ambas obras de ficción.

Una puntuación que marca la posición de los ciudadanos en la escala social del país de modo que, aquellos con un crédito alto, tendrán derecho a un trato preferente por parte de la Administración.

El sistema de puntuación social se llama Zhima y se encarga de decidir el número de puntos que se otorga al cliente en base a su comportamiento, su responsabilidad, su modo de responder ante un crédito, cumplir con un contrato gestionado o sus amistades en las Redes Sociales.

"Alguien que dedica 10 horas al día a los vídeo juegos, por ejemplo, sería considerado un vago, y alguien que compra pañales de forma frecuente, probablemente será un padre, alguien que es más probable que tenga un sentido de la responsabilidad", declaró Li Yingyung, el director de tecnología de Zhima, a la publicación Caixin, para aclarar los parámetros de sus calificaciones.

Los que mantienen un nivel alto de puntuación -el máximo es 950- acceden a privilegios como estar exentos de dejar un depósito en los hoteles, cuando alquilan una bicicleta o un apartamento, prioridad en la obtención de visados para Singapur y Luxemburgo, o facilidades en los trámites de seguridad en los aeropuertos.

Disponer de una alta puntuación en Zhima se ha convertido ya en un símbolo de estatus que los privilegiados publicitan en las Redes Sociales o incluso en la principal aplicación de citas de China, Baihe, que dispone de cerca de 100 millones de usuarios.

En Europa existe una percepción diferente en cuanto a este sistema ya que lo consideran una amenaza contra la privacidad por eso no lo contratan.

Fuente: El Mundo