Después de crear polémica al intentar implantar un nuevo Código Penal que criminalizaría actividades misioneras, el presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó una medida que retira la autonomía de escuelas y universidades del país.
Unas 250 mil personas caminaron por las principales calles de la ciudad de Santa Cruz, en Bolivia, para declarar que Jesucristo es el Señor del país, según datos de la Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia (ANDEB).
Se trata de un ataque a la libertad religiosa (consagrada en la Constitución de Bolivia –art. 4- que establece penas de cárcel de 7 a 12 años para quienes hagan “proselitismo” para organizaciones religiosas o de culto.
Las iglesias evangélicas de Bolivia ha mostrado su indignación por la promulgación de la ley de Identidad de Género por el vicepresidente, Álvaro García Linera, que puede ser la puerta para aprobar el matrimonio gay.