Esta historia tiene como protagonista a Tom Peters, un técnico de iluminación de 32 años, oriundo de Reino Unido, que apareció en el programa de televisión This Morning vestido como un perro dálmata y pide que lo traten como tal.

Cuando está con el traje, Tom pide que lo llamen Spot y hace todo lo que haría un canino camina en cuatro patas, come alimento para perros, duerme en un canil y, como era de esperarse, ladra.

“La gente piensa que es algo raro pero nadie debería verlo así. No lo hacemos para hacerle daño a nadie, lo hacemos para divertirnos y, literalmente, ser tratados como un cachorro”, reconoció.

“Vivir la vida de un cachorro te permite disfrutar de cosas simples en la vida”, explicó Tom, y agregó: “desde masticar juguetes hasta ser elogiado como un ‘buen chico’, es una oportunidad para escapar de su agitada vida normal y divertirse en un ambiente relajado”.

Posee un traje diseñado a medida que lo convierte en un perro de raza dálmata y hace todas las gracias que haría una mascota: camina en cuatro patas, come alimento para perros y duerme en una cucha.

¿Cómo sigue la sociedad después de esto? ¿Qué va a suceder cuando se le obligue a la gente a aceptar esto como algo “normal”?, ¿Qué va a suceder cuando quien diga que es un desorden mental y emocional lo que esta persona padece sea castigado con prisión?. Considerando que esta es una clara señal de que ya estamos en los últimos tiempos, no es de asombrarnos que se lleve a cabo estas normativas.

Esta persona necesita ayuda, profesional y por sobre todo espiritual, no necesita la aprobación de los demás, necesita aceptar el simple hecho que esta hecho a la imagen y semejanza de Dios.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.”   (Génesis: 1:26).

Fuente: Fin de siglo