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viernes, 03 de mayo de 2024 00:03h.

LA VIDA CRISTIANA EN TIEMPOS DIFÍCILES

Valientes en la lucha diaria

Nada toma a Dios por sorpresa Él esta en control de todas las cosas que acontecen a nuestro alrededor.

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En  2° de Timoteo Pablo le recordó a Timoteo, encendiera la llama del don de Dios  sin miedo a obstáculos, o a cualquier otro reto que pudiera enfrentar, porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor (2 Timoteo 1:6-7).

Si aplicamos esta enseñanza a nuestras vidas sabemos que podemos ir a nuestros trabajos con seguridad, amar a nuestro prójimo, servir a nuestras comunidades y alabar en nuestras iglesias porque nada toma a Dios por sorpresa con respecto a lo que pasa a nuestro alrededor. ¿Necesita un recordatorio? Leé 2° Timoteo 3, aca Pablo le advierte a Timoteo que los últimos tiempos serán tiempos terribles, que la gente estará llena de egoísmo y avaricia, serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos e impíos. Pablo detalla toda una lista de comportamientos que parecen describir el mundo en el que vivimos hoy.

Y sin embargo, aunque Timoteo enfrentó a hombres y mujeres pecadores en su tiempo, Pablo le recuerda que sea prudente en todas la circunstancias, que soporte los sufrimientos, que se dedique a la evangelización y que cumpla con los deberes de su ministerio (2 Timoteo 4:5).

Pablo pudo animar a Timoteo y nos anima a nosotros también. Pablo no ignoraba las dificultades de ser cristiano en una cultura hostil al mensaje del evangelio. Él fue golpeado, apedreado, abandonado, encarcelado, padeció hambre y perdió el sueño por causa del evangelio, y aun frente a peligros inimaginables perseveró por amor al evangelio, y no solo perseveró, sino que escribió la mitad del Nuevo Testamento. Animó a una nueva generación de discípulos que vendrían después de él y que llevarían las buenas nuevas de Cristo a todos los rincones de la tierra.

Pablo peleó la buena batalla. Animó a Timoteo y nos anima a nosotros a que hagamos lo mismo. Nuestro tiempo es muy corto y nuestro trabajo es demasiado importante para que seamos temerosos.

¿Qué haremos mientras esperamos la segunda venida de Jesús? Seremos como Pablo, ¿nos gloriaremos en nuestras debilidades porque solo en Cristo es que somos fuertes? ¿Proclamaremos con denuedo las buenas nuevas de Cristo a nuestros compañeros de trabajo, vecinos y a nuestros seres queridos, o pasaremos nuestros días preocupados por cosas de las que practicamente no tenemos el control? Seguiremos viviendo con miedo? Claro que no porque la Biblia dice en    1 Juan 4:18: “en el amor no hay temor... sino que el perfecto amor echa fuera el temor”.

Fuente: Comisión de la Vida Cristiana de Texas.