La norma impide usar estos dispositivos en bibliotecas, teatros, cines y lugares de culto. El autor del proyecto es Isnard Araujo, quien afirma haber recibido numerosas quejas de muchos líderes religiosos, por el mal uso que le dan a los celulares durante las reuniones de la iglesia.

"Conozco a muchos pastores, sacerdotes y diáconos que se han quejado de los asistentes a la iglesia, que contestan sus celulares y hablan en voz alta. Hay personas que no tienen ningún respeto, hablan fuerte como si no hubiera nadie allí; otros no contestan y dejan que el teléfono siga sonando. De allí nació la idea de la norma", dijo el regidor.

El pastor Djalma Torres, está en contra de la prohibición aunque el sonido sea perturbador. "El uso indiscriminado del dispositivo es perjudicial, sin embargo, no se debería prohibir, sino establecer su uso responsable por medio de la recomendación de los dirigentes", dijo.

"La finalidad de este decreto, es que la persona se desconecte de todo y se enfoque en su vida espiritual sin ser interrumpido. Al usar el celular en el servicio, es natural que la atención sea desviada", dice parte de la ordenanza.

Para evitar inconvenientes, en algunas iglesias recomiendan a los asistentes apagar los celulares durante las reuniones y si esperan alguna llamada, bajar al máximo el volumen. Mientras que en otros lugares, instruyen a los miembros a no utilizar los teléfonos móviles dentro de la iglesia.

Publicado por Diario El Rompimiento