Usted probablemente ha oído hablar de personas de la tercera edad que nunca fueron alfabetizados pero han podido leer la Biblia. Este es el caso de Wilson Alves Pamplona, un zapatero que colecciona algunos libros, pero sólo puede leer la Palabra de Dios. 

“Yo sólo leo la Biblia. Es un misterio de Dios que me dio ese don” dijo en una entrevista con TV Anhanguera, afiliada a Globo en Tocantins.

“Los libros son palabras. Y la palabra es vida y la gente la cuida con gran celo y cuidado. La atención está dirigida para ellos”, dice Pamplona que, incluso sin ser capaz de leer los otros libros, está dispuesto a guardarla cuidadosamente.

La anciana Creuselina Pereira de Souza, también guarda libros como verdaderos tesoros y entre ellos está la Biblia la fuente de alimento espiritual como una de las pocas cosas que consiguen leer. Creuselina asistió a la escuela hasta pero sólo llegó hasta primer grado de la escuela primaria, pero no tuvo suficiente tiempo para que ser alfabetizada. Sin embargo, la anciana entiende la importancia de cuidar los libros.

“La gente ve que es muy precioso para nosotros, que los guardamos, y no los tiramos como otro papel.

Quien tiene un libro, tiene con quien hablar. La gente tiene que tener mucho cuidado con los libros, abrirlos un poco, nos rasgar las hojas porque todo libro necesita afecto”.

Respecto a la Biblia, la anciana dice que cuando la lee sienten como si estuvieran hablando con Dios y cuando lo hace con los otros libros que son cristianos siente como si estuviera hablando con alguien más.

Fuente: Mundo cristiano