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viernes, 26 de abril de 2024 00:00h.

TESTIMONIO

Fue adicto a las drogas y hoy ayuda a otros en su misma situación

Facundo tiene 17 años y es quien le da vida a Bumblebee. Colabora con su hermano mayor Diego que después de recuperarse de su adicción a las drogas, decidió abrir un hogar para ayudar a otros chicos que atraviesan la misma situación: “Hace unos dos o tres meses empezamos a trabajar con el Bum. Un proyecto que mi hermano quiso poner en marcha como un nuevo ingreso para él”, explica Facundo.
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En un año la vida de Diego cambió por completo, después de sufrir durante años recaídas en el consumo, el año pasado vivió una situación límite que hizo que quisiera recuperarse y ayudar a otros que pasan por la misma situación: “En un momento de consumo, empecé a temblar. Sentí que me desmayaba, que mi corazón latía más lento y pensé que me moría”.

Según cuenta a TN.com.ar, en ese momento límite solo pudo pensar en Dios y le pidió una señal: “Le dije: ‘si de verdad existís, dame una nueva oportunidad’. Fue tanto el susto que tenía, que sentí que me moría y ahí escuché la voz de Dios al oído que me decía: ‘Esta es la última oportunidad que te doy, Diego”.

De allí se fue a la casa de su papá y le contó que había sentido que Dios le había dicho que tenía que abrir un hogar para ayudar a otros chicos a salir de las adicciones: “Al otro día me interné durante unos meses en un lugar para rehabilitarme. Cuando salí, empezamos a edificar el hogar en un terreno adelante de mi casa”.

El hogar El Alfarero, para chicos que sufren adicción a las drogas

Diego abrió el hogar en Burzaco el año pasado y enseguida comenzar a acercarse chicos del barrio: “Se llama El Alfarero y se sustenta con la venta de panes caseros hechos por quienes viven en el lugar”.

Según indica, en estos meses, ya pasaron por el hogar más de 40 chicos y actualmente hay 12 que están viviendo allí: “Está todo en edificación, es todo a pulmón. Las piezas el día de la mañana van a estar arriba. Ahora, tenemos las camas acá abajo, pero la obra avanza rápido”.

El hogar se mantiene con la venta de panes que preparan los jóvenes en el hogar y que después salen a repartir: “Lo bueno es que los chicos trabajan y se ve que la plata se mete acá. Estamos acá dándole para adelante”.

El compromiso de Diego con el hogar es de tiempo completo. “Me dedico las 24 horas a estar acá y no cobro un sueldo. Por eso, decidí rebuscármela para poder mantener a mi mujer y a mis dos hijos. Así llegué hasta la página donde encontró el traje del Transformer“”.

“Cuando lo compré, quería usarlo los sábados y domingos, en las plazas y peatonales pero al intentar ponérmelo me di cuenta de que no me entraba”.

Como no sabía a quién llamar, se le ocurrió preguntarle a Facundo -su hermano menor, de 17 años-, si quería darle vida al Bum: “Le pregunté si le gustaba la idea de ponerse el traje y salir a las calles y se copó”.

Facundo recuerda la primera vez que salieron con el Bum y no tuvieron éxito. Para el segundo intento, el joven decidió bailar: “Fue un cambio increíble, la gente se empezó a encimar cada vez más y más. Creo que mis movimientos en el robot fue lo que más impresionó y cada vez se empezó a juntar más y más gente”.

Fuente: TN