En Cracolandia, Sao Paulo, el 30 de Noviembre, 74 personas de la calle sumergidos en las drogas, fueron rescatados por misioneros de la Red Social del Centro.

Con el lema “Pescador”, varias iglesias trabajaron en distintas áreas como jornada médica, alimentación, higiene personal entre otros, para atender a las personas del lugar.

El pastor Daniel Yang, uno de los participantes, dijo que este tipo de acciones responden a la voluntad de Dios en la tierra.

“Poder ver a los hermanos de la iglesia, a la gente de nuestra comunidad y a otros que participan en ella es realmente una respuesta a lo que Dios quiere; porque siempre estuvo en el corazón de Dios. El punto es que escuchamos a Dios y estamos donde Él quiere que estemos”, dijo el pastor.

«Recuperarán su dignidad y volver a tener una vida»

El líder de Red Social del Centro, Daniel Checchio, dijo que estas actividades sirven como instrumento para rescatar a la ciudadanía hacia la reintroducción de valores.

“Donde estas personas viven hoy en Cracolândia, están totalmente fuera de la sociedad, excluidos. Al llevarlos a comunidades terapéuticas, tendrán la oportunidad de rehabilitarse, recuperar su dignidad y volver a calificar sus vidas”, expresó Checchio.

Además de impactar las vidas de quienes recibieron esta ayuda, los mismos voluntarios se sintieron profundamente conmovidos de que esta jornada no solo haya cambiado las vidas de los rescatados sino de ellos mismos.

«La Iglesia ama como Cristo nos amó»

Uno de los voluntarios, Rene Palma, estuvo en la misma situación que estas personas, pues vivió por 8 años en la calle, hace 5 años que fue rehabilitado y Dios le dio una nueva vida para servirle.

“Cada persona es una lágrima de gratitud. Mi corazón llora porque solo yo sé el dolor de querer irme y no tener ayuda. No sirve de nada tener una Biblia debajo del brazo, hacerse pasar por una persona en esta situación y fingir que no la ve. La Iglesia ama incondicionalmente, como Cristo amó”, expresó.

«Cada vida rescatada es una victoria»

La encargada de toda la actividad, dijo que cada una de las vidas impactadas es “una victoria”, pues para Dios nada es imposible.

«Solo pude llorar y agradecerle al Señor por todo este movimiento que ha estado vertiendo. A nuestros ojos parece imposible, pero nada es imposible para el Señor», dijo Lucía, la anfitriona.

Luego de toda la jornada, los informes recaudados por la organización indican que muchos de los que viven en Cracolandia estarían saliendo del lugar por voluntad propia.

Cracolandia se caracteriza por ser uno de los barrios más peligrosos de Brasil, donde el tráfico y consumo de drogas se ve a diario y a toda hora.

Fuente: Fuerza latina cristiana