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jueves, 25 de abril de 2024 04:01h.

ACTUALIDAD

El exilio venezolano

Tres días antes de terminar el año, la OEA hizo públicas las cifras de inmigrantes y refugiados venezolanos, indicando que podrían superar a la de Siria durante este 2021. El exalcalde venezolano en el exilio, David Smolansky, comisionado del secretario general de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, indicó que en 2021 se pudiese estar hablando de entre 6 y 7 millones de migrantes y refugiados venezolanos; dado el agravamiento de la crisis de Venezuela y sumado a esto debido la situación generada por la pandemia.
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Aclara Smolansky que “si persiste el régimen (de Nicolás Maduro) en Venezuela y se abren las fronteras en el primer trimestre del año 2021, es bastante probable que la cifra (de migrantes y refugiados venezolanos) se acerque más a 7 millones que a 6 millones. Eso haría que oficialmente haya más refugiados venezolanos que refugiados sirios” (cifras disponibles indican que hay 6.7 millones de sirios fuera de la nación abrumada también por la crisis).

Hasta el momento 5.4 millones de venezolanos, el equivalente al 18 % de la población, han salido del país en busca de oportunidades, mientras no es clara una solución para la grave situación que atraviesa el país en todos los órdenes. No debemos olvidar que Siria es una nación en guerra por diversos frentes, mientras que en Venezuela lo que existe es un sistema político/gubernamental ideológico retrógrada, que ha causado los mismos efectos migratorios que en las otras naciones que lo han aplicado.

Esta lamentable situación de los venezolanos tiene un símil con la persecución de Herodes a Jesús -salvando las distancias, obviamente. En el capítulo 2 del evangelio según Mateo, se nos narra un triste episodio en la vida de nuestro Señor, a poco tiempo de haber nacido, tras la partida de los sabios de Oriente, cuando «un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes buscará al niño para matarlo”. Cuando él despertó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y se quedó allá hasta la muerte de Herodes».

Cuando las autoridades gubernamentales amenazan a sus gobernados con la muerte, no queda más remedio que huir de la nación; en nuestros tiempos llaman a esas huidas humanitarias ‘emigrar’, llegando en muchas oportunidades a convertirse en ‘refugiados’ en las naciones receptoras de estos inmigrantes. Así fue la orden divina a José: «toma al niño y a su madre, y huye a Egipto».

Y es que no hay inmigrantes sin un Herodes que los amenace. Así como José, María y Jesús fueron inmigrantes por causa de Herodes, los venezolanos lo son por causa de un ‘Herodes’ contemporáneo, quien nos amenaza de muerte (sea por hambre, falta de oportunidades y hasta persecución por motivos de conciencia). Los Herodes siempre se opondrán a la voluntad de Dios y buscarán quitar de en medio a como dé lugar a sus supuestos ‘oponentes’.

Todavía van a salir -huir- muchos venezolanos más cuando se desencadenen los lamentables eventos políticos y militares que están por suceder muy pronto, hasta que Dios ponga fin al Herodes contemporáneo y su sistema ideológico causante de la mayor ola de inmigración de la historia de Latinoamérica y una de las más grandes del mundo.

Pero a las naciones donde van estos inmigrantes y refugiados el Señor los sustenta gracias a su fidelidad, tal y como lo hizo en Egipto con su unigénito Hijo y sus padres terrenales; hasta que el ángel le dijo a José: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a Israel, porque los que querían matar al niño han muerto ya». Así, un día no muy lejano, el Señor les dirá a los venezolanos de la diáspora: ‘levántense, tomen a su familia y regresen a Venezuela, porque los que los oprimían hasta la muerte ya no están’.

Sin embargo, Dios ha permitido la inmigración de los venezolanos por lo que está a punto de hacer con ellos, a muchos regresará mientras que otros servirán de puente y enlace entre la Nueva Venezuela y las naciones que les han acogido; muchas rutas comerciales, grandes emprendimientos y hasta una fructífera labor misionera dará inicio desde Venezuela, llevando la llama del avivamiento que el Señor está a punto de encender en nuestra nación para incendiar a América Latina y el mundo entero.

Fuente: evangelicodigital.