Nueve estudiantes fueron baleados (uno fatalmente) por dos de sus compañeros, cuyos nombres son retenidos por esta publicación. 

Un estudiante había hecho recientemente declaraciones anti-cristianas en las redes sociales, atacándolos por “odiar a los gays”.

Los tiroteos cayeron cerca del vigésimo aniversario de la masacre de Columbine High School. Los dos tiradores estudiantes actuaron en tándem, ya que ambos comenzaron a disparar simultáneamente desde diferentes posiciones. Una víctima murió y otras 8 resultaron heridas, dos de ellas en estado grave.

Según se informa, un tirador comenzó con una pistola, sacó de un estuche de guitarra. Que había un estuche de guitarra involucrado, parece que las armas largas probablemente también estaban cerca para su uso.

Afortunadamente, los oficiales ingresaron a la escuela para neutralizar a los sospechosos y entraron mientras se disparaban disparos. La policía pudo detener a los sospechosos.

Un estudiante tuvo pensamientos odiosos sobre los cristianos poco antes del tiroteo en las redes sociales.

El estudiante dijo: “¿Sabes lo que odio? Todos estos cristianos que odian a los homosexuales, sin embargo, en la biblia, dice en Deuteronomio 17:12-13, si alguien no hace lo que su sacerdote les dice que hagan, se supone que deben morir. Tiene un montón de cosas locas como esa. Pero todo lo que consiguen es ewwwwww gays.”

Irónicamente, el contexto de Deuteronomio 17:8-13 es el establecimiento de juicios y el establecimiento de justicia a través de sacerdotes y jueces. El pasaje trata sobre la implementación de la justicia terrenal y el requisito de los ciudadanos de respetar el estado de derecho.

Tal vez el tirador de la escuela debería haber comprendido mejor el estado de derecho y los valores de la teología bíblica, y él habría entendido: "No matarás”.

Un automóvil remolcado de una de las casas del tirador tenía “666” y un pentagrama pintado con un aerosol.

Un estudiante afirmó ser “transgénero” y sufrió una condición mental y espiritual conocida como disforia de género.

Fuente: diariocristiano