Buscar
martes, 23 de abril de 2024 00:23h.

CAMBIO CLIMÁTICO

Los científicos alertan de que los incendios de Australia son un presagio del futuro del plantea

Los incendios en Australia nos muestran el impacto del calentamiento global. Se trata de una catástrofe sin precedentes y que puede extenderse a otras partes del mundo.

c2i_3002020233818

Las escenas apocalípticas dan una idea de lo que serían condiciones normales en el mundo si las temperaturas siguen aumentando al ritmo actual, según los expertos

Una vez las temperaturas hayan cruzado el umbral de los dos grados centígrados es probable que el impacto del colapso climático sea catastrófico e irreversible

«Solo cabe esperar que las consecuencias sean más graves si no tomamos las medidas necesarias para frenar el cambio climático», advierten

Los científicos han alertado de que los incendios forestales que están azotando a Australia son una clara señal de lo que le espera al planeta si la humanidad permite que las temperaturas sigan aumentando al peligroso ritmo actual. «Esto es lo que podemos esperar que pase si las temperaturas continúan aumentando y se sitúan 3 grados centígrados [por encima de los niveles preindustriales]», ha señalado Richard Betts, profesor de geografía de la Universidad de Exeter.

«Estamos viendo lo que serían las condiciones normales en un mundo con unas temperaturas de tres grados centígrados por encima del período preindustrial. Los incendios son una muestra de cómo podría ser el planeta en el futuro y nos ayuda a comprender lo que significa el cambio climático», ha advertido Betts.

Antes de que los incendios empezaran a azotar a Australia, las temperaturas en el país se situaban 1,4 grados por encima del periodo preindustrial; un ritmo de calentamiento más acelerado que la media mundial de 1,1 grados centígrados.

Los científicos alertan de que una vez el aumento de las temperaturas haya cruzado el umbral de los dos grados centígrados es probable que el impacto del colapso climático sea catastrófico e irreversible. Sin embargo, los compromisos alcanzados por la comunidad internacional para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero en el marco del Acuerdo de París pone al mundo en vías de alcanzar temperaturas en torno a los tres grados centígrados (por encima del periodo preindustrial).

«Los incendios en Australia nos muestran el impacto del calentamiento global con un aumento de un grado centígrado, así que solo cabe esperar que las consecuencias sean más graves si no tomamos las medidas necesarias para frenar el cambio climático», indica Corinne Le Quéré, profesora de ciencia y políticas del cambio climático de la Universidad de East Anglia del Reino Unido. «Lo que vemos no es una nueva realidad estable, sino una transición hacia una cadena de consecuencias».

Condiciones propicias para los incendios más frecuentes

El calentamiento global ha propiciado que aumente en todo el mundo la frecuencia y la intensidad de las condiciones meteorológicas más propicias para los incendios forestales, según se desprende de un análisis de 57 trabajos científicos distintos publicados recientemente.

Sin embargo, según Mathhew Jones, un profesor asociado de la Universidad de East Anglia, la gestión del suelo para reducir los incendios ha ayudado a reducir la cantidad prevista en Australia. «El cambio climático aumenta la frecuencia y la intensidad del clima que propicia los incendios en todo el mundo, pero los seres humanos han aprendido a evitar que este riesgo se traduzca en incendios. La gestión de la tierra ha reducido la incidencia de los incendios a nivel mundial», afirma.

En su opinión, también ayudará el hecho de que, una vez los incendios se extingan, se hagan esfuerzos encaminados a reforestar. Con ello, se absorbe el dióxido de carbono de la atmósfera que se ha emitido como resultado de los incendios. Aunque para ello es necesario que los árboles que se han plantado crezcan lo suficiente; para lo que se necesitan varias décadas.

El estudio ha revelado que la superficie de tierra quemada en todo el mundo ha disminuido en los últimos años, en gran parte debido a la limpieza de las sabanas para la agricultura y al hecho de que la población sabe prevenir y controlar los incendios. Además, se están produciendo más incendios en los bosques de copas cerradas, lo que es especialmente preocupante ya que es probable que aumenten a medida que se degradan y el cambio climático se intensifica.

Betts señala que en Australia, si bien las recientes lluvias han sido un alivio en algunas zonas, no es probable que la situación mejore significativamente en los próximos dos meses. Mientras que el sistema meteorológico del dipolo del Océano Índico –que ha traído a Australia condiciones más cálidas y secas– ya ha pasado su punto máximo, es probable que los sistemas meteorológicos del Pacífico oriental, que han traído temperaturas más cálidas a Australia, se mantengan y esto podría propiciar que el clima siga siendo cálido y seco durante enero y febrero.

Betts subraya que los incendios forestales extremos en Australia son una muestra del impacto que el cambio climático puede tener en el futuro, algo que a muchas personas aún les resulta difícil de procesar. En su opinión, es evidente que el cambio climático ha desempeñado un papel en los incendios de Australia y cree que en los próximos meses algunos estudios confirmarán este hecho.

Con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) que se celebrará en Glasgow en noviembre, la Universidad de East Anglia está preparando un estudio sobre la retroalimentación del ciclo de carbono. Se espera que en el marco de este encuentro la comunidad internacional asuma mayores compromisos en lo relativo a la reducción de los gases de efecto invernadero.

«Ya no podemos revertir el cambio climático así que las condiciones de lo que está pasando ahora ya no desaparecerán», indica Betts. «Seguiremos con los patrones climáticos actuales pero si el cambio climático escala la situación será todavía peor», prosigue.

Sin embargo, la humanidad aún puede evitar las peores consecuencias si reduce las emisiones de gas de efecto invernadero. Según Betts, «la situación no hace más que empeorar. Cuanto antes frenemos las emisiones, antes podremos frenar el aumento».

Fuente: Kaos en la red