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sábado, 20 de abril de 2024 00:02h.

REFLEXIÓN

No he visto justo desamparado

Hay muchísimas promesas y palabras de Dios para los justos. ¿Quiénes son estos hombres y mujeres?; son aquellos que a pesar de todas las pruebas y dificultades que han atravesado en el camino de Dios, nunca bajaron sus brazos, y nunca dejaron de servir con integridad y amor.
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Hay muchísimas promesas y palabras de Dios para los justos. ¿Quiénes son estos hombres y mujeres?; son aquellos que a pesar de todas las pruebas y dificultades que han atravesado en el camino de Dios, nunca bajaron sus brazos, y nunca dejaron de servir con integridad y amor. Muchas veces secaron sus lágrimas y siguieron adelante, algunos atendiendo una reunión, cuando venía de una situación difícil en su casa o familia, otros Pastoreando, y tantos hermanos y hermanas en la Fe, que siguieron adelante con la Misión que ellos saben que Dios les encomendó.

Estos justos son personas que se mantuvieron como viendo al invisible. Gente que salió sin olor a humo, del horno de fuego ardiendo. Personas que fueron metidas presas, calumniadas, difamadas, aborrecidas, y hasta dadas por muertas, como el Apóstol Pablo, pero siguieron adelante, porque saben muy bien quién los llamó y a quien le van a rendir cuentas de lo que Dios puso en sus manos.

En una ocasión Abraham le preguntó al Señor, sobre Sodoma y Gomorra, (Génesis 18.32) ¿Señor, si hay 10 justos, destruirás la Ciudad?, y el Señor le dijo que no lo haría, si esos Justos, estaban en la Ciudad. Yo te digo que si hay un Justo, en tu familia, por amor a ese Justo tu Descendencia va a ser guardada por Dios. Aunque hoy veas tus hijos lejos de Dios, aunque mires a tus seres queridos y parezca que la palabra no halla cabida en sus corazones. Su palabra es si y amén, los cielos pasarán, la tierra pasará, más su palabra, sus promesas hacia tu vida, no pasarán. Y la palabra producirá efecto en algún momento. Dice la palabra de Dios en Isaías 55:11;

«…así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.»

Cuando una generación peca maldice sus generaciones venideras, pero cuando un justo cree y sirve a Dios, trae bendiciones inagotables a sus presentes y futuras generaciones. Toda una familia es bendecida y alcanzada por las promesas de Dios a un solo justo.

Abraham le creyó al Señor y toda su descendencia fue guardada por el amor de Dios hacia Abraham.

Hechos 16:31

«Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa»

Si has creído en El, si vives practicando la justicia y la verdad, si les has entregado cada parte de tu Alma y cuerpo, si le has rendido tus días, tus años a Dios. Tranquilo, tranquila, paz, tu casa está guardada en un lugar secreto, toda tu familia , sin faltar ninguno de ellos van a ser salvos y van a cumplir el plan de Dios para sus vidas en esta tierra. No les va a faltar la salud y van a ser prosperado en todo lo que emprendan. No tendrán falta de ningún bien y las bendiciones los seguirán.

Deuteronomio 6:6-7

 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Fuente: Daiana Escobar