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jueves, 28 de marzo de 2024 05:32h.

EMERGENCIA POR GOLPE DE CALOR

¿Qué es un golpe de calor y qué hacer si ocurre?

Si bien sus síntomas pueden pasar desapercibido o pueden ser atribuidos a otra causa, lo mejor es conocerlos, para saber que hacer dado que las consecuencias pueden ser graves.

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Está subiendo la temperatura y las probabilidades de tener un golpe de calor aumentan con ella. Es que la prolongada exposición al sol o el hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación hacen que nuestra temperatura corporal se incremente al punto que perdemos agua y sales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Cuando esto nos ocurre nuestro cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales, como es la sudoración, entonces se produce un aumento de la temperatura corporal. El golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura y, a veces, puede pasar desapercibido o atribuirse a otra causa. 

Por eso, desde el Ministerio de Salud, destacan la importancia de conocer sus síntomas y estar atentos para consultar a un médico o acercarse a un centro de salud de forma inmediata dado que el gope de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés, niños y ancianos.

¿Cuáles son los síntomas?

- Tener sed intensa y sequedad en la boca

- Tener una temperatura corporal mayor a 39º C (medida en la axila)

- Tener sudoración excesiva

- Sentir la sensación de calor sofocante

- Tener piel seca

- Sentir agotamiento, cansancio o debilidad

- Sufrir mareos o desmayo

- Sentir vértigo

- Tener calambres musculares

- Agitarse

- Tener dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos

- Tener dolores de cabeza. Puede ser la sensación de latido o de opresión

- Tener un estado de confusión, desorientación, delirio y, en casos más extremos, sufrir convulsiones o coma.

 ¿Cómo evitarlo? Desde el Ministerio de Salud de la Nación, recomiendan:

1. Hidratarse, tomando abundante agua durante todo el día. Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas.

2. Reducir la actividad física, sobre todo entre las 10 y las 16 horas. 

3. Consumir frutas y verduras, y evitar comidas muy abundantes y pesadas.

4. No exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas y, en caso de hacerlo, protegerse usando protector solar y un gorro o una sombrilla. 

5. Permanecer en espacios ventilados y más frescos posibles. 

6. Usar ropa suelta, de materiales livianos y de colores claros.

En el caso de los lactantes se sugiere darle el pecho con más frecuencia. Y para los niños se recomienda ducharlo o mojarles todo el cuerpo con agua fresca.

Fuente: conbienestar