“Como Fundación estamos hace un año, pero antes y durante diez años, fuimos una asociación civil, siempre ayudando al que más lo necesita, una cuestión humanitaria, tendiendo una mano a aquellos que por alguna razón están en situación de calle“, declaró Carlos González, integrante de la Fundación al medio local Primera Edición.

“Nosotros siempre hicimos este trabajo, ayudamos a gente con adicciones, incluso en las cárceles, este año como hay más movimientos ayudando y por la pandemia, decidimos abocarnos a ayudar a las personas del interior de la provincia que muchas veces acompañan a algún familiar que se queda internado en el hospital y ellos no tienen dónde quedarse, entonces, ofrecemos ese espacio”, explicó a la fuente González.

La Fundación Filipos está integrada por distintas iglesias evangélicas y cuenta con 60 camas y habitaciones donde hay baños para asearse, una cocina donde se prepara todos los días desayuno y por la noche una cena. “Es un galpón grande que acondicionamos como pabellones, por eso lo hicimos sólo para varones, para no mezclar. Pero ahora por ejemplo, recibimos a una familia que viene de Oberá y que tiene a su hijito internado en el hospital, acomodamos un espacio para la familia, para que estén cómodos y tranquilos”, remarcó González al medio.

Sobre el trabajo de los evangélicos, el integrante de la Fundación señaló: “Nuestra iglesia está por la avenida Uruguay entre Barrufaldi y Pedro Méndez, ahí todos los días repartimos almuerzos para las familias, vienen con su recipiente y se llevan un plato caliente a sus casas, también juntamos prendas de vestir y zapatos y entregamos a los que los necesiten. Incluso, nos inscribimos en el Ministerio de Salud para ser una sede de vacunatorio, nos avisaron que cuando lleguen las vacunas nos avisarán y vendrán a vacunar aquí, contra el COVID-19”.

Fuente: Primera Edición