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viernes, 29 de marzo de 2024 01:47h.

POLÉMICA

Si Dios no discrimina ¿Por qué la iglesia sí?

Muchos ateos, creyentes de otras religiones y hasta algunos cristianos, consideran que la Biblia y algunas de las enseñanzas del cristianismo son discriminatorias. No hay nada más equivocado, no se puede culpar a Dios por los caminos que toman sus hijos. Santiago 2: 1-13 señala que la discriminación es pecado y que no está bien delante de los ojos de Dios. La mitad del capítulo dos de este libro es dedicado a hablar sobre este fenómeno y asevera en el versículo nueve que si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores. Concepto que el mismo apóstol Pablo resume en Romanos 2:11, de la siguiente manera  "Porque con Dios no hay favoritismos".

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Según la Real Academia de la Lengua Española, “discriminación” consiste en dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos y de sexo.

En Colombia, el Congreso de la República expidió la Ley 1482 del 30 de Noviembre de 2011, ratificada por la Corte Constitucional, que tiene por objeto garantizar la protección de los derechos de una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, que son vulnerados a través de actos de racismo o discriminación.

Esta ley castiga al que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza, nacionalidad, sexo u orientación sexual. Así como el hostigamiento por motivos de raza, religión, ideología política, u origen nacional étnico o cultural y al que promueva o instigue actos, conductas o comportamientos constitutivos de hostigamiento, orientados a causarle daño físico o moral a una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, por razón de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, sexo u orientación sexual.

Las Sagradas Escrituras no son ajenas frente al castigo de la discriminación. Santiago 2: 1-13 señala que la discriminación es pecado y que no está bien delante de los ojos de Dios. La mitad del capítulo dos de este libro es dedicado a hablar sobre este fenómeno y asevera en el versículo nueve que si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores. Concepto que el mismo apóstol Pablo resume en Romanos 2:11 Porque con Dios no hay favoritismos.

Jesús, el mayor ejemplo de no discriminación:

Cabe aclarar que una cosa eran las tradiciones judaicas y otra muy distinta las enseñanzas de Jesús.

Durante la época en que Jesús estuvo en la tierra, Él estuvo acompañado por toda clase de personas desde reputadas figuras políticas y militares hasta leprosos y prostitutas, a los cuales nunca discriminó. El capítulo siete del evangelio de Lucas retrata cuatro historias con variados personajes y de distintas clases socioeconómicas que fueron objeto del amor de Jesús.

En Lucas 7:1–10, la Sagrada Escritura nos muestra la fe del centurión romano (Oficial militar y administrativo de alto rango en el ejército de Roma) y como esta asombra a Jesucristo. En Lucas 7:11-15 Jesús tiene un encuentro con una viuda (En ese tiempo eran consideradas desafortunadas y pobres), a la cual se le acaba de morir su hijo, y se compadece de ella reviviendo a su hijo.

Más adelante, Lucas 7:18-35 relata como el Maestro se reúne con los discípulos de Juan El Bautista (El profeta y primo de Jesús que vivía en el bosque, y se vestía con pieles y comía frutos silvestres) y allí exalta la labor y enseñanza a través de Juan por más raro que este sea, "Les digo que entre los mortales no ha habido nadie más grande que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él".

Finalmente, Lucas 7:36-50 muestra como Jesús, que es un invitado a la casa de un importante fariseo, es interrumpido por una mujer con fama de pecadora y Él comprendiendo la necesidad de amor y salvación de esta mujer, le perdona sus pecados y les transmite una enseñanza de perdón a todos los asistentes.

Estas historias reflejan la grandeza el amor de Dios y la no discriminación, algo que la iglesia cristiana debería practicar más seguido.

En Latinoamérica se percibe cierta lucha de clases entre miembros de congregaciones radicalizadas hacia la marginalidad, y un cierto proletariado evangélico que discrimina. 

La Biblia y el amor al prójimo:

Es común escuchar entre los no creyentes que las enseñanzas cristianas son discriminatorias por el hecho de no aceptar lo que todo el mundo acepta, pero Mateo 22:37-39 dice claramente: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Recordemos que todos los seres humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza… Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Génesis 1:26-27

No cabe duda que la discriminación ha existido desde tiempos remotos sin embargo es nuestro deber combatirlo con el amor de Dios como lo han reflejado los anteriores versículos para lograr una sociedad como la retrata Gálatas 3:26-28 :"Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús".

Fuente: Impacto evangelistico