Merice Brown, de 31 años, residente de Leicester, disparó cuatro veces a un hombre en una peluquería de Kennington, al sur de Londres,cuando tenía 20 años, en marzo de 2005. Pero ningún sospechoso fue identificado y el caso se mantuvo sin resolver, hasta que Brown entró en una comisaría y confesó el crimen, según el informe de Daily Mail.

El hombre quería sentirse libre de culpa y con su conciencia tranquila, por eso, después de confesar a Jesús y convertirse en un hombre nacido de nuevo, decidió entregarse por su propia voluntad a las autoridades. Un tribunal lo ha sentenciado a 12 años de prisión tras declararlo culpable.

Los hechos ocurrieron en una pelea con un joven en una peluquería, Brown muy molesto por el altercado, disparó contra él, huyendo del lugar y escondiendo el arma para no levantar sospechas. La policía nunca fue capaz de identificar al sospechoso, siendo resuelto recién 10 años de ocurrido el hecho.

Los oficiales señalan que Brown quería limpiar su conciencia después de conocer a Dios, confesó el crimen, y condujo a la policía hacia el lugar donde enterró el arma que utilizó el día del tiroteo.

Después de cometer el homicidio, Bronwn  no podía vivir en paz, su vida diaria era intranquila, con remordimiento y tristeza; hasta que llegó la luz a su vida y confesó sus pecados.

Aunque se encuentra pagando sus delito en una prisión, ahora tiene la libertad que tanto necesitaba su alma, la libertad en Cristo Jesús!

Publicado por Diario El Rompimiento