La situación en Venezuela es insostenible.  La escasez por los artículos de primera necesidad, la inseguridad y la represión contra cualquier manifestación que muestre su indignación por la gestión del Gobierno de Maduro han hecho que Venezuela sea titular en todos los medios de comunicación social.

Esto ha hecho que la popularidad del régimen chavista haya caido a niveles tan bajos como el 20%.  Las protestas están a la orden del día y las autoridad en lugar de resolver los graves problemas que enfrenta la población venezolana reprime cualquier manifestación que exprese oposición a la gestión del gobierno de Maduro.

El pasado 24 de Febrero Kluiverth Roa, un joven estudiante de 14 años, pasaba por una calle de la ciudad de San Cristobal y se encontró con una manifestación.  En medio del caos que se presentó un agente de la Policía Nacional Bolivariana le disparó y lo asesinó.

Esta situación ha indignado a la población venezolana porque el joven no estaba manifestando y si lo hubiese estado eso no es un motivo para que se hubiese atentando contra su vida de manera manera brutal.  Esta es otra de las muestras del abuso de poder que impera en Venezuela ante un gobierno que reprime sin importar tan si quiera la minoría de edad de sus vícimas.

Tras el asesinato el presidente Nicolás Maduro  “condenó” el hecho  pero como siempre se aprovechó de la situación para hacerse la víctima y sacar provecho en lugar de asumir la responsabilidad y actuar.  En esta oportunidad aseguró que la derecha venezolana estaría preparando jóvenes para generar violencia en el país, específicamente en una “secta de la derecha” al servicio de la CIA. 

El hecho es que Kluiverth Roa era evangélico y con ello Maduro ha catalogado a la comunidad evangélica como “secta”.  El pensar que Maduro se estaba refiendo a los Scouts es nula pues el movimiento Scout tiene origen en el Reino Unido cosa que no tiene nada que ver con la CIA.  Sin embargo a la Iglesia Evangélica en Venezuela ha sido asociada en algunos sectores con los Estados Unidos debido a que la mayoría de los misioneros que han venido a Venezuela a predicar el Evangelio provienen de ese país.  Por otro lado en sus palabras es evidente que se estaba refiriendo a la fe pues habló de un grupo sectario católico que existió en Venezuela y por lo tanto su pensamiento estaba relacionado con la religión.  "Ustedes son muy jóvenes y no saben lo que fue la secta Tradición, Familia y Propiedad; fue una secta creada por la CIA para formar fanáticos", expresó Maduro

Ante tal desafío y vulgar acusación Erick Roa, padre de Kluiverth, replicó a Maduro diciendo: “El presidente de la República dijo que mi hijo pertenecía a una secta de la derecha, no señor presidente, era un niño, un niño de 14 años que tenía ilusiones, que tenía muchas ganas de vivir, un niño cristiano evangélico que su gozo era alabar a Dios, cantarle a Dios, un niño que practicaba deporte, el baloncesto, medía 1.83 metros, pertenecía a los scouts de Capacho”.

Desde esta redacción en la que laboramos venezolanos, queremos manifestarle al presidente Maduro nuestra indignación por catalogar a venezolanos que profesamos nuestra fe en Jesucristo como miembros de una "secta de derecha".  Los evangélicos en Venezuela somos una población apolítica que cada día crece más.  Estamos totalmente integrados en la sociedad y en la cultura de nuestra nación y respetamos las leyes.  Es por ello y con el derecho que nos ampara la Constitución le solicitamos que nos permita profesar nuestra fe sin atropellos verbales  y que denigran a millones de venezolanos que formamos parte de las iglesias evangelicas.