Buscar
jueves, 28 de marzo de 2024 00:21h.

REMEMORANDO EL GENOCIDIO JUDÍO

En memoria de las víctimas del Holocausto

Este año se cumplen 75 años de la apertura de los campos de concentración y la liberación de los prisioneros de Auschwitz.

c2i_3002020234757

27 de enero es una fecha muy significativa para el pueblo hebreo y para toda la humanidad. Ese mismo día, en 1945, las tropas de los Aliados en la 2da Guerra Mundial, abrían las puertas del Campo de exterminio más famoso, AUSCHWITZ.

Allí se encontraron unos 7.500 prisioneros que recuperaron su libertad, tras sobrevivir al horror de los campos de concentración nazis, donde Adolf Hitler puso en práctica con mortífero éxito su "solución final", que en los años anteriores había matado a seis millones de hombres, mujeres y niños judíos, pretendiendo exterminar sistemáticamente la población judía de Europa.

El 1 de noviembre del 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidieron que el 27 de Enero sería el “Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto”.

Este año se cumplen 75 años de la apertura de los campos de concentración y la liberación de los prisioneros de Auschwitz. Este complejo fue construido tras la invasión de Polonia por los alemanes, y fue el mayor de los establecidos durante el régimen nazi.

Este campo se encuentra localizado a unos 70 kilómetros de Cracovia y constituyó el principal centro de exterminio de la historia en el que murieron asesinadas más de un millón de personas.

Los primeros en llegar a este campo fueron los prisioneros políticos del ejército polaco, pero no tardaron en seguirles miembros de la resistencia, intelectuales, homosexuales, gitanos y judíos.

La mayoría de los judíos eran engañados por los nazis, que les vendían parcelas y casas y les ofrecían llamativos puestos de trabajo para que llevaran consigo sus bienes más valiosos. Tras un largo viaje que los dejaba exhaustos llegaban al campo, donde los no aptos para trabajar eran asesinados, y si lo eran, trabajaban prácticamente hasta su muerte.

En la puerta de entrada los esperaba un gran cartel con la inscripción "El trabajo hace libre”, una perversa estrategia psicológica para hacerlos pensar que en algún momento iban a lograr salir del campo.

Las barracas en los que se amontonaban hacinados los prisioneros, estaban divididas en bloques. El más destacado de ellos era el número 11, conocido como "el bloque de la muerte". Era el lugar en el que se aplicaban los castigos, consistentes en encierros en celdas minúsculas en las que se dejaba a los prisioneros morir de hambre, o bien eran ejecutados o colgados.

Tras llegar hasta el campo en los vagones de carga de un tren en un terrible viaje de varios días en el que no recibían agua ni comida, los prisioneros eran seleccionados. Algunos iban a parar directamente a las cámaras de gas, otros a los campos de trabajo y otros a laboratorios para experimentos con humanos

Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan, maldeciré (Gén 12:3)

Fuente: evangelicodigital