Bagus* se convirtió a Cristo en 2014, y fue bautizado al año siguiente. Él recordaba bien la razón por la que siguió a Cristo: "Fue debido a mi larga y dura vida, con muchos problemas”, dijo Bagus en una entrevista con Open Doors. "Así que finalmente decidí seguirle y mi vida dio un cambio total, ya no daba más preocupado por mis asuntos. Dios era mi confianza".

“Entonces era un recolector de basura y hoy sigo haciendo lo mismo”, comentó Bagus. Pero sin duda con una gran diferencia, es más feliz, tiene paz y Dios le ha dado la oportunidad de predicar el Evangelio a todo aquel que se cruce en su camino. “Ahora todo el mundo se ríe a mi alrededor pero no importa, vivo feliz y tranquilo” afirma. Por la gracia de Dios es el líder de una iglesia de 15 ex musulmanes en su pueblo. Hablar de Cristo es su deleite.

Basta con escucharlo para entender la fuente inagotable de palabras que brotan de su boca. La convicción para predicar a otras personas a pesar de su humilde condición. Sin embargo, esto lo ha metido en graves problemas. Un aldeano había visto a Bagus compartir la historia de Jesús con un vecino e informó a las autoridades del pueblo, quienes amenazaron con matarlos a menos que regresaran al Islam, pese al incidente Bagus se negó y se mantuvo firme en su nueva fe. Su vida se salvó, pero se vio obligado a vivir separado de su esposa e hijos.

Actualmente pasa los días en la calle y ahora sólo puede verlos periódicamente. "No me arrepiento de mi decisión de seguir a Jesús," dijo sin dudar. "Yo le estoy siguiendo con todo mi corazón y quiero seguir apoyando a los creyentes perseguidos en Bagus a que vivan su fe con valentía”.

Fuente: opendoorsusa