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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

DISCERNIENDO LA PALABRA DE DIOS

Dios despeja las dudas de Gedeón: un estudio de Jueces capítulo 7

Gedeón era un hombre de batalla escogido por Dios para pelear contra los madianitas, un hombre cuya confianza en el SEÑOR iba en crecimiento. Una y otra vez lo vemos con la incertidumbre de si es verdad que Dios lo quiere utilizar; de si realmente el SEÑOR estába de su lado. Pero una vez que está convencido de esto, Gedeón se vuelve un hombre imparable.

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La historia Bíblica y nosotros 

La historia se encuentra en Jueces capítulo 7.

Gedeón es uno de los primeros en la larga lista de la historia universal que con un pequeño grupo vence a un gran ejército. Pero es el primero -y lo sigue siendo-, que con un pequeño contingente sin armas pero con la fe en el SEÑOR obtiene una victoria que parecería imposible de alcanzar.

 ¿De dónde extrae Gedeón esa fe?

 Es un hombre cuya confianza en el SEÑOR la hemos visto crecer. Una y otra vez lo vemos con la incertidumbre de si es verdad que Dios lo quiere utilizar; de si realmente el SEÑOR está de su lado. Pero una vez que está convencido de esto, Gedeón es imparable. 

Aquí está la gran lección para el hombre de hoy. Cuando el SEÑOR nos quiere utilizar, si confiamos de todo corazón, El puede hacer portentos. Gedeón, como nosotros, tenía dudas y con honestidad se las presenta a Dios.

El SEÑOR le responde con gracia y tolerancia de manera que su fe crece y se afirma.

El Omnipotente le ha dicho terminantemente a Gedeón: “Del que yo te diga: “Este irá contigo”, ese irá contigo”. De la manera que el texto describe es claro que Dios no está reclutando voluntarios.

El Eterno en su soberanía se reserva el derecho exclusivo de determinar quienes son los escogidos para ir a pelear. El lenguaje es similar al utilizado en cuanto a Faraón (Rom. 9:15,16).

El SEÑOR sigue hoy haciendo maravillas utilizando los siervos que El escoge. Estos no son necesariamente más valientes, ni más capaces ni más dotados, pero Dios les va a proveer todo lo que necesitan para la empresa a que han sido llamados (Fil. 4:19).

Los trescientos que no doblaron sus rodillas no eran más valerosos que los otros diez mil. Sin duda que tuvieron que dejar algunas de sus armas en el suelo para poder “lamer” el agua. 

Tenían que utilizar la mano como si fuera una cuchara de la misma manera que el perro utiliza la lengua para beber. Es un movimiento rápido que le permite al agua que se junta en el hueco de la mano ser propulsada hacia la boca abierta.

La palabra en Jueces 7:8 que los “retuvo”, da la idea que los mantuvo aún en contra de su voluntad.

Parecería que los trescientos elegidos no estaban muy entusiasmados para ir solos a pelear. Las Escrituras dicen que “Gedeón los retuvo”. Esta palabra tiene el sentido de “retener” y es la contraria a enviar.

Es la misma que se usa cuando el Señor le dice a Moisés hablando de Faraón “si rehúsas dejarlos ir y los sigues deteniendo” (Ex.9:2) Keil y col.*

Comentando sobre este versículo H. Wolf nos enseña: “cuando se nos dice que Gedeón retuvo a los 300 implica que ellos también tenían una fuerte deseo de desaparecer como sus colegas”. La misma forma de lenguaje se usa en Josué 19:4 donde un hombre es detenido en contra de su voluntad”.

 En cuanto al sueño y a la conversación, la interpretación o el simbolismo de la torta cayendo sobre la tienda es difícil. Sin embargo, hay que destacar el hecho de que Gedeón pudo escuchar este diálogo tan inusual que demuestra que Dios ha actuado en una forma maravillosa y soberana.

En primer lugar, el soldado tiene un sueño que probablemente Dios ha puesto en su mente. Luego se acuerda, y al momento preciso se lo narra a su amigo quien le da la interpretación. 

Nuestro héroe es mencionado en la “galería de los héroes de la fe” de Heb 11. 

Allí leemos: “me faltaría el tiempo para contar de Gedeón…” (v.32) implicando que tendría muchas cosas que decir de él y de otros. 

Es llamativo que el SEÑOR específicamente le da permiso para ir en su expedición de espionaje con Fura. Este es un “sirviente” cuyo nombre el Señor menciona.

No tiene la libertad de llevar a cualquier ayudante sino a este hombre que sin duda es un individuo piadoso y temeroso del Dios de Israel.El Señor le ha hablado o se ha manifestado a Gedeón en varias oportunidades:

 1) Cuando se le aparece el ángel del SEÑOR estaba desgranando trigo (6:11). Suponemos que es una teofanía. Muchos opinan que el Ángel del SEÑOR del Antiguo Testamento es el mismo Señor Jesucristo antes de su encarnación. Es allí donde recibe el mandato “Ve con esta tu fuerza y libra a Israel de mano de los madianitas” (6:14).

 2) Cuando “prueba” a Dios con el vellón para tener la certeza que él es el instrumento escogido para librar a Israel. “Si el rocío está sólo en el vellón y toda la tierra queda seca” (6:37 y “que sólo el vellón quede seco y que el rocío esté sobre todo el suelo” (6:39) 

3) Cuando escoge los 300 guerreros (esta vez el Señor le habla en tres oportunidades dándole instrucciones muy precisas (vs. 2-4, 7).

 Trescientas cornetas (o trompetas) indicarían que el ejército es muy numeroso dado que los jefes eran los únicos en usarlas. Sería como si hubiera trescientos regimientos. Solamente siete cornetas tenía Josué cuando atacó Jericó. Esta vez se utilizan cuarenta veces más sugiriendo que el ejército es tantas veces mayor. 

El Señor en su soberanía va a utilizar el sonido de las cornetas y la luz de las antorchas para crear un estado de pánico en los enemigos de su pueblo. Quizás el sonido de los cántaros al ser rotos produciría un ruido muy especial. Algo similar a lo que después sucedió en los tiempos del profeta Eliseo (2Rey.7:6). 

Dado el tamaño del campamento de más de cien mil personas uno pensaría que los cántaros rotos no produjeron un ruido de tanta intensidad.

No sabemos si fue solo el efecto natural de las cornetas y el hecho de creerse rodeados por un gran ejército lo que creo la confusión. La posibilidad que existiera un aumento del sonido y/o de la luz no puede excluirse pero no hay mención de esto en el texto.

El vellón de Gedeón que primero se moja con el rocío y después queda seco cuando todo lo demás está mojado ha sido mal interpretado por muchos creyentes. El comentario de William Mac Donald es provechoso: “Gedeón no estaba mirando al vellón para tener una guía (o dirección) sino para confirmación. Dios ya le había dicho lo que iba a acontecer. Gedeón estaba buscando la seguridad del éxito de la empresa. Gedeón pidió un signo sobrenatural no algo que era natural. Lo que sucedió nunca hubiera acontecido sin la intervención directa de Dios. Vemos aquí a Dios condescendiendo con un hombre de fe débil asegurándole la victoria. Dios da esa seguridad hoy en respuesta a la oración” 

Si bien la gran mayoría (el 99%) de las tropas regulares fueron excluidas, una vez que los madianitas huyen despavoridos, son sin duda muchos de esos mismos soldados los que van a ejecutar la persecución y matanza de los enemigos. 

Cuando comienza la historia vemos a un pueblo oprimido, que en forma reiterada le roban los frutos de sus cosechas y que sin duda están en un estado de servidumbre. Gracias al liderato de Gedeón se obtiene un estado de relativa estabilidad que dura por casi cuarenta años (8:28).

Apreciamos en esta historia un hombre que el mismo SEÑOR lo reconoce como un “valiente guerrero” (Jue. 6:12). 

Sin embargo, Gedeón es escéptico. Quiere estar seguro que no es su propia imaginación o ego lo que lo dirige y por lo tanto le pide señales al Señor.

Recordamos que en el NT no se nos instruye a pedir señales. El mismo Señor Jesús dijo: “Una generación malvada y adúltera demanda señal, pero no le será dada ninguna señal” (Mat.12:39). 

El creyente de hoy tiene todas las Escrituras y el Espíritu Santo para guiarle. 

De alguna manera Gedeón se siente más tranquilo cuando su ayudante Fura lo acompaña. No sabemos si esto se debe a la fuerza y capacidad de defensa de Fura o a su madurez espiritual. 

Por sobre todos las cosas vemos a un hombre que quiere servir al SEÑOR pero que quiere tener pruebas o señales que le confirmen que lo que él cree en su corazón es realmente la voluntad de Dios.

 Acaso esta misma actitud no revela el carácter de muchos de nosotros en la actualidad?

Fuente: estudio biblico