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jueves, 28 de marzo de 2024 00:21h.

ENTREVISTA A EVAN CRAFT

"Dios acepta nuestra alabanza cuando la damos de todo corazón"

Entrevista con Evan Craft, poco antes de su concierto en Madrid. "Me impresionan los españoles que conocen a Dios, lo hacen por que tienen convicciones fuertes", dice.
 

Este pasado lunes, cristianos de Móstoles se levantaron para a adorar a Dios con Evan Craft, con motivo de la celebración del 20º Aniversario de la Iglesia Cuadrangular. Más de 250 jóvenes cantaron junto a Evan. Conocían perfectamente las canciones de su canal de Youtube (más de 910.000 visualizaciones), incluyendo canciones inéditas del autor, llenas de mensaje y compromiso a Dios. 

En su gira española, ha visitado Málaga y Barcelona; y ahora era el turno de Madrid. En las horas previas al concierto, nos concedió una entrevista donde descubrimos a un joven transparente y sencillo cómo lo son sus canciones. 

 Pregunta: Tenemos entendido que tienes un vínculo muy estrecho con España. ¿Qué conoces de la cultura española?

 Respuesta: Estudié en la Universidad de Salamanca, la carrera de Filología Española, lo que me dio oportunidad de conocer a muchos autores de habla hispana cómo García Marquez, Unamuno, Cervantes… Y a través de la lectura, perfeccioné mi español. Desde que terminé la carrera tenía muchas ganas de volver a España.

 P:Llegas a Madrid después de haber tocado ya en otras ciudades de España, ¿qué característica resaltarías del público español con relación otros países que has visitado? 

R: Me impresionan los españoles que conocen a Dios, lo hacen por que tienen convicciones fuertes. Lamentablemente en el mundo cristiano no siempre es así, muchas personas simplemente se dejan guiar por las diferentes corrientes, sin tener claro en qué creer, y se dejan simplemente llevar… teniendo un pie en la iglesia, y un pie fuera.

 P: Naciste en EEUU, tus padres son americanos y te describes como “Tan gringo que hasta corre mayonesa por mis venas”. ¿Cuál es el panorama actual de la juventud americana y el papel de la iglesia?

 R: Soy “100% yanqui” (Risas). La realidad es muy triste porque hay muchos jóvenes que no quieren ir a la iglesia: culpan a sus padres o a la generación anterior. Como iglesia, debemos  tomar la responsabilidad de cambiar esta realidad. Muchas veces nos hemos acostumbrado al “todo te es lícito pero no todo conviene”. Y utilizamos esto como excusa para vivir demasiado cerca del límite. Debemos luchar contra esa mentalidad, porque si vivimos  tan cerca de esa línea, podemos llegar a pensar como muchos jóvenes en el mundo: ¿por qué necesito a Dios?, o creer incluso que “todos los caminos llevan a Dios”, llevándonos a un estado incierto en nuestras vidas. Tengo fe en que esta mentalidad va a cambiar, porque para Dios no hay nada imposible. En la Biblia, Dios manda a su profeta Ezequiel a declarar vida sobre los huesos secos, eso es lo que debemos hacer. Oremos para que esto ocurra.

 P: Sabemos que como jóvenes lo único capaz de marcar un camino hacia Dios y apasionarnos por Él, son las experiencias y encuentros que vivamos a su lado. ¿Cuál fue ese momento que te hizo decidirte por Jesús?

 R: Mi vida no ha sido fácil. Estuve muy amargado con la iglesia, y el único camino que encontré fue clamar a Dios y Él respondió. Dios siempre me ha dado esa convicción de que Él es real. Yo podría haber dicho que confiaba en la fe de mis padres, pero ellos muchas veces lo han perdido todo. Durante todos estos años he visto la fidelidad de Dios, esto me mantenía firme en el Señor. Si huí, fui a Cristo, es Él quien me consuela. En un mundo donde las relaciones se han devaluado, decimos que conocemos a alguien por chatear con ellos por internet, y es muy diferente de estar con ellos. Con Dios es igual, no solo por ir a la iglesia, o de vez en cuando pedirle algo, podemos decir que le conocemos, que tenemos una relación con Dios. Hace falta un encuentro, una relación profunda. Esto cambia un país. 

P: Según tu experiencia y trayectoria musical, ¿Cuál es el balance que debe existir entre el talento y la preparación musical, frente a la espiritual?

 R:  Yo no soy el mejor cantante, ni hablo el mejor español del mundo, pero Dios usa mi debilidad y se hace fuerte, pero eso no significa que no practique o que no me prepare. Por otro lado, no creo que nadie quiera escuchar música si es mala, la música es un arte, el adorar es un arte. Me impactó conocer en Barcelona la Sagrada Familia, y me encantó conocer que Gaudí entregó esta obra a Dios ¡Esto es increíble! Como me gustaría poder entregar a Dios algo tan bello como ello. ¡Esa fue su adoración a Dios! Un músico excelente que da lo mejor a Dios, no tiene ni siquiera que hablar. Como decía San Francisco de Asís: “Habla del amor de Cristo y si es necesario usa palabras”. Sin duda, tiene que haber un equilibrio. Dios acepta nuestra alabanza cuando la damos de todo corazón. Lo mejor sería encontrar el equilibrio entre lo espiritual y el talento. 

P: Hay muchos chicos que quieren tocar con grandes músicos. Para llegar allí hay un proceso, que has tenido que vivir. ¿Qué consejo le darías a una persona que tiene este deseo?

 R: Mi consejo es ir poco a poco. Porque, por ejemplo, yo quería que todo fuera rápido y como no lo era, me frustraba. Yo estudiaba y sabía que tenía el llamado, lo sentía en el corazón. Pero estaba en California y nadie hablaba español… ¿Cómo iré a España o Latinoamérica si no sé hablar español? Esto era frustrante… Pero aunque yo soy muy impaciente, Dios es paciente y tiene un plan perfecto. Solo fui diligente con lo que Él me dio. El es fiel, si Él te promete algo lo cumple. Pero es en Su tiempo, que no es el tiempo de nosotros. Mis antepasados son alemanes, ¡soy de las personas que quiere las cosas ahora! ¡Ya! Sigo aprendiendo que tengo que ser paciente y esperar en Dios. Los músicos necesitamos saber esperar en Dios.

 P: En tu opinión, cuál es el mayor peligro para lograr lo que Dios te ha prometido.

 R: Yo he escuchado que lujuria es querer algo tanto, pero en el tiempo incorrecto. Creo que  muchas veces lo hacemos con nuestros propósitos, sueños. He luchado con un sentimiento de afán, de nunca estar contento. Por ejemplo: Dios me lleva a España, y quiero saber todos los detalles, voy a Argentina… pero quería un concierto más grande… Dios me da algo, pero yo quiero otra cosa, y es ahí donde se puede dar lugar a lo incorrecto. Cuando no estamos contentos con lo que Dios nos ha dado. Tengo que aprender a estar contento en toda circunstancia. Como decía Pablo, “Estar contento en la riqueza y en la pobreza”. Esa es mi oración de este año, aprender a contentarme en todo tiempo.

 P: Si tuvieras una máquina del tiempo, ¿donde te verías en cinco años? 

R: (Piensa) Me gustaría no viajar tanto, me gustaría estar en un lugar asentado. Decidí viajar un año, ya llevo desde mayo haciéndolo hasta el Mayo del 2015, pero ya tengo invitaciones para junio, agosto… Y ahora tengo que aprender a decir que no. Ahora tengo 23 años, pero en cinco años con 28 años, no puedo mantener este ritmo. Me encantaría empezar una familia. Solo espero en Dios, no quiero hacerlo antes del tiempo. Creo que Dios me dará una visión, para alcanzar a gente en una iglesia local, y creo que será en un país hispanohablante. Quiero capacitar a jóvenes para las misiones. Estoy orando para que Dios me guíe.

 P: Entonces todo tiene su tiempo… Pero a tiempo corto, ¿donde estarás mañana? 

R. Rumbo a casa.